¿Sabes que vives en una ciudad en la que ocurren milagros? | En el Convento de las Comendadoras de Santiago sí ocurren

Visitar conventos e iglesias de Madrid para descubrir el patrimonio artístico y religioso, conocer los milagros que allí se han dado y tener la oportunidad de vivir la comunión con las congregaciones que custodian estos lugares son tres de los objetivos de una iniciativa que acaba de nacer en la sección de adultos de Almagro y Highlands School El Encinar.

Hemos preguntado a Elena Huidobro, la responsable de esta iniciativa, que por qué se centra en el tema de los milagros, y nos ha contestado que éstos “son regalos del cielo, están ahí para recordarnos que siempre hay que tener Fe y que nunca hay que perder la Esperanza. En Madrid seguro que hay montones, vamos a investigar y ver cuantas sorpresas nos encontramos”.

La primera visita ha sido al convento de las Comendadoras de Santiago, en donde a lo largo de su historia se han producido numerosos milagros gracias al Niño Montañés y que, incluso hoy en día, siguen produciéndose. Se trata de un convento que está siendo rehabilitado y, por lo tanto, difícil visitar. No obstante, al grupo del Regnum Christi les atendió una guía excepcional, Emanuela Gambini, la arquitecta responsable de las obras desde hace 23 años, del Estudio de diseño E.G., quien les dedicó dos horas y media explicándoles el convento y su historia con todo lujo de detalles. Comenzaron la visita por la Sacristía de los Caballeros, llamada así porque era donde se velaban armas la noche antes de ser armados caballeros. La visita transportó a los visitantes a los tiempos en que los conventos formaban parte activa de la sociedad y eran visitados incluso por los nobles y los reyes.

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Las Comendadoras fueron fundadas por el rey Ramiro II (siglo X) en Salamanca como agradecimiento a las oraciones de unas piadosas mujeres para que saliera victorioso en las batallas.

Ellas tienen el mismo cometido que la rama masculina de la orden los Caballeros de Santiago, que es mantener la fe que el apóstol había traído a España y el culto a la Virgen que vino por él. Rezan desde entonces por España y en el rosario tienen unas letanías especiales dedicadas a este propósito.

Se trata de un convento que depende de la Santa Sede. Su iglesia, actualmente cerrada pendiente de restauración, es la más grande de Madrid. En el convento tienen su sede el Real Consejo de las Ordenes Militares: Santiago, Calatrava, Alcantara y Montesa.

Historia del milagros Niño Montañés
En las Comendadoras se encuentra el Niño Montañés, 'responsable' de los milagros en este convento: “Es una talla pequeña de un niño sonriente que te echa los brazos para que le cojas”, nos explica Elena Huidobro. 

Su nombre lo debe a las montañas en las que vivió originalmente. Entre Santander y Burgos, en pleno camino de Santiago, había una ermita cuidada por Águeda, que era la última de una familia que se había ocupado del templo generación tras generación. Un día, atendiendo a un peregrino, vio en él tanta bondad que se sinceró y le contó su anhelo de hacerse monja. Él le explicó que se estaba construyendo un convento en Madrid de las Comendadoras de Santiago al que podía dirigirse. Águeda fue por agua para el peregrino y cuando volvió no encontró al caminante ni nadie que le hubiera visto.

Tomada la decisión de partir, Águeda se fue a despedir de la Virgen llorando de pena porque le costaba mucho dejar al Niño Jesús. Entonces, la Virgen se lo entregó y con él se encaminó hacia Madrid. Tras un viaje largo y difícil, llegó al convento. En la misma portería vio un cuadro del apóstol Santiago y exclamó: “Me acuerdo, este era el peregrino que me habló de este convento”. De ahí viene el nombre de la calle “Del Acuerdo”, por la que se entra a visitar el convento.

Uno de los primeros milagros ocurrió a la muerte de sor Águeda: de la frente del niño salió un resplandor que le dejó una marca en la frente que aún se puede ver. Uno de los últimos milagros le ha ocurrido nada menos que a la actual superiora, sor Rosario, que recientemente tuvo un ictus del que se ha recuperado por completo, para asombro de los médicos.