Por tercer año consecutivo, la Fundación Alter Christus hizo entrega este lunes de unos galardones que en esta ocasión recayeron en los sacerdotes José Luis Huéscar, Daniel Pajuelo, Pedro Trevijano y Gaétan Kabasha. Los premiados estuvieron acompañados por un nutrido grupo de sacerdotes, religiosos, consagrados y seglares que quisieron acompañarles en el homenaje, que tuvo lugar en la Universidad Francisco de Vitoria. El P. Agustín de la Vega, L.C., director de la Fundación, no pudo asistir al acto por encontrarse en Los Angeles actualmente, pero se hizo presente por medio de un vídeo en el que presentó y justificó a los cuatro galardonados.
Para ver una fotogalería del acto, puedes entrar aquí.
El encuentro comenzó con una oración de acción de gracias por los sacerdotes y que rezaron todos los asistentes, a la que siguió unas palabras introductorias del P. Jorge Ranninger, L.C., Delegado para el apostolado del Regnum Christi en España, y de Clemente López, Vicerrector de Investigación e Innovación de la Universidad Francisco de Vitoria.
El P. Kabasha responde a los periodistas tras la entrega de los galardones |
Una vida por África y los enfermos
El sacerdote ruandés Gaetán Kabasha fue el primer homenajeado y recibió el galardón en la categoría de ‘Acción Social’ de manos de Elena Morales, consagrada del Regnum Christi, que trabaja con el padre en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Tras un vídeo de presentación y recibir el galardón, Kabasha explicó que él ha podido ver “que, cuando no hay recursos humanos no hay proyecto que valga la pena porque, cuando pones en marcha cualquier cosa, necesitas a gente capaz de entender el proyecto y llevarlo a cabo”. Él ha fundado una obra llamada AUDE (Asociación Universidad para el Desarrollo) con el objetivo de financiar a estudiantes universitarios africanos.
Concluyó sus palabras agradeciendo a la Fundación Alter Christus “por mirar esos detalles insignificantes o invisibles. Sois capaces de mirarlos e identificarlos y dar un premio como este que quizás no merezco y que, por un misterio, me ha tocado”.
Concluyó sus palabras agradeciendo a la Fundación Alter Christus “por mirar esos detalles insignificantes o invisibles. Sois capaces de mirarlos e identificarlos y dar un premio como este que quizás no merezco y que, por un misterio, me ha tocado”.
El P. Daniel acompañado por cuatro religiosos marianistas |
“Cosas frikis” al servicio del Evangelio
En el capítulo de ‘Nueva Evangelización’, el padre marianista Daniel Pajuelo recibió su galardón de manos de Paula Puceiro, directora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Francisco de Vitoria. Daniel Pajuelo se ha caracterizado por la aplicación de la tecnología a las clases de religión, como el uso del vídeo juego Minecraft, además de su trabajo evangelizador en las redes sociales: es youtuber y tiene más de 18.000 seguidores en twitter.
Sus primeras palabras, tras el vídeo de presentación, fueron de agradecimiento a su congregación. Explicó que lleva 20 años como religioso marianista, y sólo 3 como sacerdote: “Vosotros aquí veis un sacerdote, pero detrás está mi congregación, de la cual me siento feliz de que hoy me acompañe aquí”. Y subrayó que “no puedo hablar de mi misión sin hablar de ellos, de nuestro compromiso por anunciar el Evangelio, por construir una sociedad más justa y más fraterna”.
Haciendo referencia a su propio trabajo explicó que “todas estas cosas ‘frikis’ que yo hago, me salen del corazón y de la siembra que tantas personas buenas han hecho en mi vida, mis padres, mis hermanos de comunidad y muchas personas que, sin saberlo, a través de los medios de comunicación, han despertado en mí nuevos lenguajes y nuevas formas de transmitir el Evangelio. Esta es la llamada que yo recibí a los 17 años: anunciar el Amor de Dios que yo descubrí y que sana toda herida, que es capaz de dar sentido a la propia existencia. Yo lo hago intentando aprender los lenguajes de los hombres y de las mujeres de hoy, y llegando a donde puedo llegar; y en esto el Señor ha puesto a mi alcance los medios”.
Sus primeras palabras, tras el vídeo de presentación, fueron de agradecimiento a su congregación. Explicó que lleva 20 años como religioso marianista, y sólo 3 como sacerdote: “Vosotros aquí veis un sacerdote, pero detrás está mi congregación, de la cual me siento feliz de que hoy me acompañe aquí”. Y subrayó que “no puedo hablar de mi misión sin hablar de ellos, de nuestro compromiso por anunciar el Evangelio, por construir una sociedad más justa y más fraterna”.
Haciendo referencia a su propio trabajo explicó que “todas estas cosas ‘frikis’ que yo hago, me salen del corazón y de la siembra que tantas personas buenas han hecho en mi vida, mis padres, mis hermanos de comunidad y muchas personas que, sin saberlo, a través de los medios de comunicación, han despertado en mí nuevos lenguajes y nuevas formas de transmitir el Evangelio. Esta es la llamada que yo recibí a los 17 años: anunciar el Amor de Dios que yo descubrí y que sana toda herida, que es capaz de dar sentido a la propia existencia. Yo lo hago intentando aprender los lenguajes de los hombres y de las mujeres de hoy, y llegando a donde puedo llegar; y en esto el Señor ha puesto a mi alcance los medios”.
Don Pedro Trevijano agradece el galardón recibido |
Un pastor y profesor consagrado a la vida y la familia
El logroñés Pedro Trevijano recibió el galardón por su dedicación, a lo largo de sus 53 años, a la pastoral familiar. Durante estos años ha sido profesor de Teología Moral en el seminario, y de moral y religión católica en varios institutos de Logroño.
Tras el vídeo que lo presentaba, la placa del galardón la entregó Asunta Serrano, subdirectora del colegio Everest School Monteclaro, junto a sus hijos y sus padres. “Mi preocupación ha sido la educación afectivo-sexual, que sigue siendo uno de los grandes problemas actuales. Después, con el paso del tiempo –explicó don Pedro-, cuando me jubilé, cambié el chip, y pasé a ser capellán de una residencia para enfermos de Alzhéimer”. Comentó que, además, su gran inquietud actual es la ideología de género
Tras el vídeo que lo presentaba, la placa del galardón la entregó Asunta Serrano, subdirectora del colegio Everest School Monteclaro, junto a sus hijos y sus padres. “Mi preocupación ha sido la educación afectivo-sexual, que sigue siendo uno de los grandes problemas actuales. Después, con el paso del tiempo –explicó don Pedro-, cuando me jubilé, cambié el chip, y pasé a ser capellán de una residencia para enfermos de Alzhéimer”. Comentó que, además, su gran inquietud actual es la ideología de género
Don Alfredo Jiménez, quien fue secretario del P. Huescar, agradece en su nombre el galardón concedido |
José Luis Huéscar: los sacerdotes fueron su feligresía
El cuarto galardón que entrega la Fundación Alter Christus es el que reconoce el trabajo de quienes atiende a los sacerdotes. En esta tercera edición, el galardonado es el sacerdote asuncionista José Luis Huéscar, quien no pudo recogerlo por estar acompañando en Roma a don Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, quien justamente este sábado fue consagrado Cardenal de manos del Papa Francisco.
Una vez visto el breve reportaje sobre el P. José Luis, recibió el galardón en su nombre don Alfredo Jiménez, quien ha sido su secretario durante 15 años cuando Huéscar fue responsable de la Vicaría VII de Madrid. Don Alfredo aportó su testimonio personal y directo de conocer al galardonado: “Doy fe de todo el empeño que ha puesto siempre en cuidar a los sacerdotes. Ellos han sido su feligresía”. Y tras recordar su trabajo también la parroquia Reina del Cielo, que le tocó construir, el secretario señaló que le parece que “es un acto muy acertado, muy de justicia, que se le entregue este galardón y, al mismo tiempo, conociendo su intención, pidamos, en primer lugar, por la santidad de los sacerdotes, y, en segundo lugar, por las vocaciones sacerdotales, porque el sacerdocio es la continuidad de la obra redentora de Cristo y esto no tiene sustitución y es fundamental en la Iglesia”.
Una vez visto el breve reportaje sobre el P. José Luis, recibió el galardón en su nombre don Alfredo Jiménez, quien ha sido su secretario durante 15 años cuando Huéscar fue responsable de la Vicaría VII de Madrid. Don Alfredo aportó su testimonio personal y directo de conocer al galardonado: “Doy fe de todo el empeño que ha puesto siempre en cuidar a los sacerdotes. Ellos han sido su feligresía”. Y tras recordar su trabajo también la parroquia Reina del Cielo, que le tocó construir, el secretario señaló que le parece que “es un acto muy acertado, muy de justicia, que se le entregue este galardón y, al mismo tiempo, conociendo su intención, pidamos, en primer lugar, por la santidad de los sacerdotes, y, en segundo lugar, por las vocaciones sacerdotales, porque el sacerdocio es la continuidad de la obra redentora de Cristo y esto no tiene sustitución y es fundamental en la Iglesia”.
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