P. Carlos Zancajo, L.C.: las vocaciones no son una tarea del Papa, “son una responsabilidad de todos, porque todos somos familia y todos queremos a nuestra familia”

“Es un día histórico en la vida de nuestra familia, por el hecho de que hoy, nuestra familia, rica en vocaciones específicas, se consolida y se refuerza con todos estos carismas específicos propios y la generosidad con que estamos respondiendo”. Son las palabras iniciales que pronunció este sábado 17 de septiembre el P. Carlos Zancajo, director territorial del Regnum Christi en España, en una misa en la que por primera vez en una misma ceremonia cuatro legionarios hicieron sus votos temporales, uno los perpetuos y 8 seglares (5 mujeres y 3 hombres) se incorporaron al Regnum Christi.

En su homilía, el P. Carlos Zancajo quiso responder a tres preguntas fundamentales: ¿quiénes somos? ¿Cuál es hoy nuestra fuerza y por qué estamos reunidos aquí? Y ¿cuál es nuestra fuerza para responder al Señor y asumir esta misión tan grande que pone sobre nuestros hombros?

Después de la misa, hubo comida en el jardín del noviciado, un tiempo para los testimonios, y media hora de Adoración, animada con los cantos de Osvaldo y Arce. Las familias que participan en los Círculos de Acción Vocacional aprovecharon la jornada para tener un encuentro a última hora de la tarde, con el que concluyó el programa para este día.

Haz clic aquí para seguir leyendo. En este enlace, además, puedes acceder a una fotogalería completa.

(Seguir leyendo)

El Señor nos convoca

El P. Carlos respondió primeramente que la familia Regnum Christi es “una iglesia”, y una iglesia unida “porque nos convocan un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, una sola misión que hemos asumido: el compromiso de instaurar el reino de Cristo en el propio corazón y en los corazones que están junto a nosotros”. Una iglesia que quiere cumplir el gran mandamiento de Cristo: “Vayan por todo el mundo y lleven esta buena noticia a todos los hombres”.

Una respuesta desde la libertad

La segunda cuestión que planteó el P. Carlos fue la de descubrir cuál es “la razón por la que estamos aquí reunidos”. Es verdad, el Señor sabe que somos “pequeños, frágiles… conoce nuestra propia historia”, pero “el Señor sobrevuela todo esto y nos dice ‘yo te he escogido a ti y quiero que vayas y des muchos frutos”. Nuestra respuesta llega “con votos, promesas o compromisos: cada quién responde a lo que cree que Dios le pide”. En cualquier caso, Dios quiere “que le respondamos con un acto de amor libre y consciente con el cual nosotros queremos regresar y estar cerca de Dios, nuestro Señor, que es el que llena toda nuestra vida”.

La llamada, la Biblia, el Sagrario y la familia: nuestras fuerzas

La última pregunta que se hizo fue de dónde sacar la fuerza para seguir el camino que Dios nos invita a recorrer: “A pesar de tantas miserias, borrascas, tormentas, adversidades, dificultades, siempre confiamos ante todo en la fuerza de Dios, Nuestro Señor”, concretamente “en la llamada en la que nos dice: ‘Yo te escogí, no eres tú’, ‘yo te escogí”. La certeza de que “esta llamada es de Dios” constituye “la gran fortaleza para responder al Señor”, explicó el director territorial del Regnum Christi.

Junto a la “Biblia [la Palabra de Dios] y el Sagrario [Cristo vivo presente entre nosotros] hay otra fuente fundamental de la fuerza que nos sostiene e impulsa: “el amor mutuo. La familia”. Una familia que son “tu madre y tu padre de carne”, dijo el Director Territorial, y junto a ellos “la Iglesia, la Virgen Santísima, la legión de Cristo y el movimiento Regnum Christi”, continuó. “Cuando tengas una dificultad –y la tendrás- cuando tengas un problema –y lo tendrás-, búscala. Apóyate en ella”, les dijo a todos, especialmente a los novicios y religiosos más jóvenes.

Círculos de Acción Vocacional

El padre concluyó sus palabras pidiendo a los mayores que apoyen incondicionalmente en este camino a los más jóvenes de la familia. Y en concreto explicó la existencia de los Círculos de Acción Vocacional, “que no son más que la familia que se ocupa de sus hijos más jóvenes en el servicio del Señor”, puesto que las vocaciones no son una tarea del Papa o de la jerarquía: “son una responsabilidad de todos, porque todos somos familia y todos queremos a nuestra familia”, concluyó.