17 de diciembre de 2015

Galardones Alter Christus | P. Julio Sainz: “En la formación de novios, antes que en los cursos prematrimoniales, hay que insistir en los colegios, en la familia, en los grupos apostólicos…”

El sacerdote claretiano Julio Sainz Torres ha dedicado veinte años de su vida a la preparación de parejas para el matrimonio, e incluso después de casados les ha seguido apoyando en todo lo que han necesitado. El P. Julio también es una persona muy activa en los medios de comunicación: fue director de Radio María y de forma habitual escribe sobre temas familiares en diversos foros y en su propio blog. LomásRC le ha entrevistado con motivo del Galardón Alter Christus de Pastoral Familiar que recibió hace unas semanas.





P. Julio, ¿qué le vino a la cabeza cuando le dijeron que le iban a dar un galardón por su trabajo sacerdotal en la formación de novios?

Realmente no me vino nada especial, pues acaba de fallecer Carmen García de Ayuso, que fue el alma de los cursillos junto con otras personas que están trabajando en ellos. Pensé en ella. Fue mi primera reacción y fue de justicia que fuera así.

¿Han cambiado mucho los jóvenes en estos 20 años que lleva usted dedicado a los cursillos prematrimoniales?
Mucha gente viene con prevención, sin embargo, con el tiempo, el cursillo va calando poco a poco y se da una trasformación espiritual, se recupera un sentido de la fe, un sentido de la iglesia…

Cuando hay ascuas, lo que hay que hacer es quitar las cenizas… La mayoría de la gente va al matrimonio por lo que ha recibido en la familia, en el colegio, en la parroquia… Tienen ascuas. Es cuestión de quitar la ceniza para que esas ascuas vuelvan a ponerse al rojo vivo.

¿Usted mantiene amistad con las parejas que ha preparado para el matrimonio?
Desde hace unos años me dedico a recoger los correos electrónicos y me comunico con ellos una vez al mes, y en ocasiones dos. Muchos contestan, y ahora como ha sucedido con la muerte de Carmen, muchos también han escrito.

¿Qué particularidad tienen los cursillos que ustedes organizan?
Nosotros empezamos los cursillos de fin de semana en Madrid. En otras parroquias se imparte una charla semanal durante unos meses, pero en estos es normal que las parejas falten por enfermedad, por trabajo… En nuestros cursos no se pierde nada de lo que se hace en otros y, además, se crea allí un ambiente especial, se convive más, se comparten experiencias...

Ustedes para su formación sacerdotal pasan varios años estudiando y preparándose, pero para el matrimonio, un fin de semana… ¿Es suficiente la formación que se da en estos cursillos?
Un fin de semana no tiene sentido. Pero es que el sentido hay que darlo desde que están en los colegios, en la familia… Aquí ya hay una preparación. En donde hay que insistir no es el curso prematrimonial, sino en todo lo anterior: juventud, familias, grupos apostólicos…

¿Qué mensaje quisiera enviar a otros sacerdotes que estén trabajando en pastoral familiar?
Que no se cansen, y si se cansan que vuelvan a ponerse las pilas otra vez. Que vayan al sagrario, con horas de oración y adoración…



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