P. Zancajo, L.C., director territorial del Regnum Christi: “Para este año jubilar propongo que hagamos un solo propósito concreto: intensificar la contemplación”

El pasado viernes 12 de junio, festividad del Sagrado Corazón, comenzó el Año Jubilar con motivo de “los 75 años de vida como familia espiritual”. En Cerro del Coto, se organizó una Hora Eucarística y una Misa que presidió el P. Carlos Zancajo, L.C. En su homilía explicó que hace 75 años “inició nuestra historia que ha sido tan desconcertante: en ella percibimos claramente el amor misterioso y providente de Dios, y nuestros límites y pecados”. Y justamente por eso, continúa el P. Carlos, “ahora buscamos renovación, purificación, docilidad a los designios de Dios”. Ahora bien, ¿en dónde se producen esos cambios?, se pregunta. La respuesta él mismo la apunta: “No en las ceremonias y actos especiales. Nuestra vida con sus ritmos y rutinas seguirá siendo la misma; eso es lo que toca. Debemos modificar los paisajes espirituales, y pedir incesantemente a Dios un nuevo corazón”.

El director territorial, lejos de imponer grandes programas y obras, plantea ir a lo fundamental: “Para este año jubilar propongo que hagamos un solo propósito concreto: Intensificar la contemplación, sin sacrificar nada del tiempo diario que tenemos asignado (la meditación, la reflexión evangélica, el rosario, el examen de conciencia...). Porque la renovación de esta familia espiritual –señala- sucederá solo en el corazón de cada uno, abierto al corazón de Jesús y de María nuestra Madre”.