El P. Konstantin Ballestrem, L.C., instructor de novicios en Alzgern, explica la importancia de su presencia: “Como estamos en el mes de trabajo nos ayudaron mucho en la remodelación casa, en los jardines, tirando basura, limpiando zonas… Ya casi habíamos olvidado cuánto se puede hacer cuando unos 30 jóvenes toman en mano pala, pico, martillo y se ponen a trabajar…”
No obstante, el P. Konstantin señala que lo más importante fue la convivencia: “De repente se llena la casa, el comedor, la capilla… Es un poco lo que se siente en Roma, pero en pequeño”. Y explica: “Esto eleva el corazón, fortalece la fe, refresca la vocación. Varios novicios me comentaron que disfrutaron mucho el gran espíritu de familia, ver que somos parte de algo mucho más grande, que hay jóvenes de todas partes que siguen el mismo camino”.
A esta convivencia ayudaron las visitas del P. Andreas Schöggl, director territorial del Regnum Christi de Europa central, y días después la del P. Eduardo Robles Gil, el director general. Además, los novicios también asistieron y participaron muy activamente en la misa y procesión del Corpus Christi en Altötting, el santuario mariano más importante de Baviera, que fueron presididas por el obispo emérito de Passau, monseñor Wilhelm Schraml.
A esta convivencia ayudaron las visitas del P. Andreas Schöggl, director territorial del Regnum Christi de Europa central, y días después la del P. Eduardo Robles Gil, el director general. Además, los novicios también asistieron y participaron muy activamente en la misa y procesión del Corpus Christi en Altötting, el santuario mariano más importante de Baviera, que fueron presididas por el obispo emérito de Passau, monseñor Wilhelm Schraml.
Otra jornada significativa fue la visita al campo de concentración de Dachau, donde muchos sacerdotes dieron su vida por amor a Cristo. Es el campo de concentración donde los nazis enviaban a la mayoría de los sacerdotes y religiosos que eran hechos prisioneros.
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