En esta primera Reunión plenaria general participaron los directores generales de las ramas consagradas con sus respectivos consejos, los administradores generales, el secretario general, el responsable de la oficina de comunicación y cinco miembros de primero y segundo grado, entre los cuales se encontraba Carmen Fernández, miembro del Comité directivo territorial del Regnum Christi de España.
En su carta, el P. Eduardo Robles-Gil explica que los asistentes consideraron “que la renovación espiritual es un crecimiento de la persona que se da como respuesta a la gracia de Dios, en el encuentro personal con Cristo y la fidelidad al propio carisma”. Lo cual implica, entre otras cosas, “re-centrar continuamente la vida en Cristo” y “reavivar el fervor en la dimensión contemplativa y en el celo apostólico”.
Monseñor José Rodríguez Carballo, Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, también se hizo presente en la reunión gracias a una Misa que les celebró y a una conferencia en la que explicó la situación actual de la vida consagrada en la Iglesia.
Otro de los temas tratados fue la actuación de Dios en la vida espiritual de los miembros del Regnum Christi: “Alabamos y agradecemos a Dios porque a través del Movimiento ha suscitado un grupo de apóstoles en la Iglesia, pertenecientes a diversos estados de vida, que se caracteriza por la experiencia personal de Cristo, la vivencia de la caridad evangélica y la entrega apasionada a la misión apostólica”, señala el P. Eduardo.
¿Qué esperamos los uno de los otros?
¿Qué esperamos los uno de los otros?
La comunión que debe existir entre las diversas ramas que forman el Regnum Christi conlleva la responsabilidad y la aportación específica de cada una al resto del cuerpo. En concreto, fruto de esa reflexión de los asistentes a la Reunión, el P. Eduardo señala lo siguiente: “De los laicos consagrados esperamos que sigan aportando la perspectiva de la santidad laical, la alegría y entusiasmo en la vivencia de su vocación, y que sigan buscando ser puente de comunión entre todas las ramas. De las consagradas, esperamos que sean madres y hermanas, que con misericordia y paciencia nos acojan y ayuden a crecer, que sigan creciendo en su celo apostólico. De los legionarios esperamos que sean hombres de Dios, conocedores de la vida espiritual según la rica tradición de la Iglesia y predicadores de la Palabra de Dios; igualmente se nos pide que seamos testigos fieles de la identidad sacerdotal que tiene un corazón misericordioso como el de Cristo. De los seglares de primer y segundo grado esperamos que hagan presente el Evangelio en medio de las realidades temporales viviendo con autenticidad su vida cristiana y un aún mayor protagonismo en el apostolado; y que sean ellos también generadores de espiritualidad, especialmente en el ámbito familiar”.
Finalmente, se presentaron diversos informes sobre la situación actual de la obra educativa del Regnum Christi, el trabajo en el campo de la pastoral juvenil y familiar, la revisión de los estatutos y sobre el trabajo del Comité directivo general, entre otros.
Finalmente, se presentaron diversos informes sobre la situación actual de la obra educativa del Regnum Christi, el trabajo en el campo de la pastoral juvenil y familiar, la revisión de los estatutos y sobre el trabajo del Comité directivo general, entre otros.
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