El año pasado fue una experiencia inolvidable para los 30 misioneros. Gracias a su trabajo muchos niños, jóvenes y adultos que asistieron a las catequesis recibieron bautismo, la Primera Comunión o se casaron. Sin duda fue para misioneros y misionados una oportunidad de vivir una experiencia de entrega, en donde todos pudieron conocer más y mejor a Cristo.
Las misiones persiguen un doble objetivo: ayudar en la labor de evangelización de la zona (catequesis, preparación para los sacramentos, etc.) a las órdenes del párroco del lugar; y atender las necesidades humanitarias de las comunidades, tanto las formativas (educación en higiene, educación y juegos a niños, problemáticas sociales, etc.), como pequeños proyectos (ropa, instalación de techos, pintar casas, etc.).
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