Motivos del proceso
Existen diversos motivos para realizar el proceso. De los que señala el documento, podemos destacar la necesidad de expresar el estilo de vida propio del Movimiento, cosa que la Iglesia misma ha pedido a través de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida apostólica (CIVCSVA), dando la indicación de clarificar canónicamente la naturaleza del Regnum Christi y el modo en que sus diversas ramas se interrelacionan. Los actuales Estatutos (2004) han quedado desfasados después de los cambios que han traído el Capítulo General Extraordinario de los legionarios y las Asambleas de consagrados y consagradas. En definitiva, el Regnum Christi se encuentra en una nueva situación que requiere una actualización de los Estatutos.
Ahora bien, a esto se suma que los miembros de 1º y 2º grado, igualmente miembros del Regnum Christi, todavía no han tenido un proceso de discernimiento y la posibilidad de expresarse sobre su identidad, espiritualidad, misión y formación, así como del modo más adecuado de gobernarse, etc.
¿Qué esperar de este proceso?
Esta pregunta tiene todo el sentido. Principalmente, y más allá de los Estatutos, uno de los principales frutos será que laicos profundicen en su vocación y responsabilidad con el Movimiento, reavivando así el ardor en las secciones y localidades.
Y junto a esto, el hecho de tener unos Estatutos actualizados y aprobados por la Santa Sede supone una ayuda para preservar la identidad, espiritualidad y misión del Movimiento; una referencia para conocer el Regnum Christi; y una herramienta que ayude a construir la comunión y vivir la misión compartida.
Principios inspiradores del proceso
Ahora bien, si son importantes los motivos que impulsan el proceso de reflexión, hay que tener en cuenta sus principios, sus bases. El documento señala en primer lugar el carisma del Movimiento. Se trata de un don que Dios ha dado a la Iglesia y, por tanto, es obligación de los miembros del Regnum Christi cuidarlo y hacerlo fructificar.
En segundo lugar, otro principio inspirador que no puede perderse de vista y que garantiza el proceso, es que estamos acompañados por la Santa Sede. Un camino que se muestra como “manifestación providente de Dios”. Un momento en el que también “Dios desea hablar a través de los miembros del Regnum Christi” y en el que se ha de tener en cuenta su propia experiencia.
Valores del proceso
En este último apartado se pone de relieve que “los miembros de 1º y 2º grado del Regnum Christi son depositarios de un don para la Iglesia que es distinto de los dones que han sido dados bajo custodia a las otras ramas” del Movimiento. Y justamente por ello es un valor fundamental que “el discernimiento en la primera etapa les permitirá decir a la Iglesia lo que significa ser un miembro de 1º y 2º grado para que este don pueda ser formulado canónicamente”.
A ello se le suma la importancia de tener en cuenta las aportaciones de “muchos legionarios, consagrados y consagradas que han jugado un papel central en la fundación, dirección y desarrollo del Regnum Christi”.
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