La charla giró en torno a tres clave. La primera, darse cuenta de que la los tiempos que viven los adolescentes de hoy no son los mismos que vivieron los padres.
La segunda clave fue hacerles a los padres de familia tomar conciencia de que durante la adolescencia los hijos comienzan a ser conscientes de su individualidad, y los padres necesitan descubrir la manera de tomar cierta distancia respecto de sus hijos pero manteniendo a la vez mucha cercanía a través de nuevas formas de expresión.
En tercer lugar, la oración. Dado el ambiente de fe en el que se impartió la conferencia, Miguel invitó a los padres a rezar mucho por sus hijos adolescentes para hacer "equipo" con Dios.
Los padres se mostraron muy interesados con el enfoque de la charla, y dedicaron un buen tiempo a preguntas concretas, sobre las preocupaciones de cada uno.
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