La revista Misión nos ofrece una espectacular historia en su último número: la que nos cuenta Immaculée. De niña, nunca sospechó que ser tutsi podía suponer llevar el rótulo de la muerte. Sus padres, unos católicos devotos y esmerados maestros de escuela, se esforzaron por dar a sus cuatro hijos la mejor educación: les enseñaron a amar y a servir a todo el mundo por igual. Sin embargo, su vida dio un giro drástico en abril de 1994. Dieciocho años después, esta ruandesa no sólo cuenta cómo logró sobrevivir, sino también cómo descubrió a Dios en medio del genocidio. Leer artículo en Revista Misión.
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