La milenaria celebración del Corpus Christi ha sido una excelente oportunidad para misionar las calles de Madrid. A pesar de ser una tradición más antigua que la fundación misma de esta ciudad, cuando pasa por las calles la procesión del Corpus, la gente se sigue preguntando: "¿Qué pasa". “Pasaba gente de todo tipo, algunos se acercaban para preguntar por qué la Puerta del Sol estaba vallada”, comenta Jane de Haro, consagrada en el Regnum Christi. Un nutrido grupo de consagradas, (en la foto) fueron voluntarias, ayudaron a mantener el orden en las calles... y haciendo misión. (Continuar leyendo)
Mientras esperaban a que llegara la Custodia, en manos del Cardenal Antonio Mª Rouco, la gente aguardaba con fervor. Había sacerdotes, niños de primera comunión que lanzaban pétalos a Jesús... También había quienes no sabían a qué se debía el tumulto, y se acercaban a descubrirlo. “Se prestó a que algunas de consagradas tuvieran conversaciones muy buenas con diferentes personas; fue en el fondo una manera de hacer misiones urbanas y de poder anunciar a Cristo que salía a la calle para encontrarse con ellos, aunque a lo mejor muchos no sabía bien ni quién era Él”, comenta Jane.
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