Cientos de jóvenes de todas las edades, de diferentes colegios y universidades se unirán este verano bajo el mismo ideal: la nueva evangelización. Viajarán a Perú, Sierra Leona, Tánger y Guatemala, entre otros países. Diversos movimientos, colegios y parroquias de Madrid han organizado grupos de misión, y el obispo auxiliar de Madrid, Monseñor Cesar Franco, los quiso despedir con una especial misa de envío y con la tradicional imposición del crucifijo para recordar al primero que pronunció las palabras: “Yo os envío”. “Todos vamos a lo mismo… no nos podemos agobiar por los resultados, llegaremos hasta donde Dios quiera que lleguemos”, comenta Catalina Suanzes, que acudirá a las misiones con Juventud Misionera. (Continuar leyendo).
Monseñor César Franco, acompañado de D. José María Calderón y del P. Claudio García LC entre otros sacerdotes, presidió la Misa. D. Cesar subrayó en su homilía que la humildad ha de ser la virtud máxima que tiene que acompañar a todo misionero. Recordó que los frutos de la Misión no dependen de nosotros, sino de Dios, utilizando la parábola de la siembra: hay que sembrar sin saber si recogeremos o no, pero con la certeza de que la siembra tarde o temprano germina como un grano de mostaza. “A Cristo nadie le gana en generosidad,” concluyó el obispo. Los miembros de Juventud Misionera, que parten en julio rumbo a Guatemala, participaron en esta misa de envío. En la fotografía aparece Catalina Suanzes llevando las ofrendas a Mons. César Franco.
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