Madrid.- Un grupo de señoras del Regnum Christi quiso sorprender a las consagradas del centro de formación visitándolas “sin previo aviso” para merendar juntas. Conversaron de modo espontáneo y compartieron la experiencia de Cristo en cada una. Siendo mujeres de muy diversas edades, de diferentes países y con historias personales muy variadas, fue palpable la gracia de Dios de compartir “un solo corazón y una sola alma” y de ser una familia. Se la pasaron en grande.
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