5 de diciembre de 2017

Marilú Álvarez: “Cuando descubres la lógica de Dios en tu vida, sientes nueva fuerza para ayudar a las personas a vivir lo mismo”

Marilú Álvarez es instructora de formación de Bachillerato en Highlands School El Encinar (Madrid). Tiene 33 años y es una de las 7 consagradas de España que ha participado en el curso organizado en Roma sobre pastoral vocacional, al que han asistido 16 consagradas de toda Europa. El curso lo ha impartido el P. Mario Óscar Llanos, salesiano. “Lo organizamos para revisar y profundizar nuestro trabajo vocacional, para trabajar en equipo las consagradas de Europa, y para seguir formándonos en cómo acompañar a las personas en su camino de plenitud vocacional”, explica Marilú.

¿Qué significa “acompañar en el camino de plenitud vocacional”?
Para mí es acompañar a la persona para que descubra el sentido de su vida. Que descubra que ha sido llamada desde toda la eternidad para encontrarse y relacionarse con Dios y para una misión. Y que pueda vivir los acontecimientos de su vida desde esta perspectiva...

Siempre he creído que la felicidad de una persona está en descubrir y vivir de acuerdo a su vocación y misión.


¿Qué descubrimiento personal has hecho tú en estas jornadas?
Que el acompañamiento a las personas en la búsqueda de su plenitud vocacional pasa necesariamente por volver sobre la propia historia y encontrar los signos de Dios en las circunstancias de tu vida, familia, hechos, dones, caídas, deseos, etc. Pasa por descubrir cómo Dios siempre ha estado a tu lado y cómo la misión que te ha dado está relacionada con tus experiencias más profundas.

Quizás lo que es más nuevo para mí es que en el contexto de unas reuniones sobre pastoral vocacional se profundice en esto empezando por revisar la propia vida, y por buscar métodos, espacios y herramientas para acompañar a todas las personas desde esta perspectiva. Hemos hecho más énfasis en que somos LLAMADOS por Dios (la palabra vocación significa eso, llamar), más que en el estado de vida al que se es llamado.

Cuando descubres la "lógica" de Dios en tu propia vida, notas nueva fuerza e ilusión por hacer algo que ayude a las personas a hacer lo mismo.

¿Hacia dónde vamos en la pastoral vocacional?
Primero, hacia ir generando una manera de vivir en la que es natural la cultura vocacional, donde las personas, y especialmente en los jóvenes, se hacen naturalmente la pregunta ¿cuál es mi vocación? En segundo lugar, hacia formarnos y capacitarnos para conocer métodos de acompañamiento en procesos vocacionales. Y todo esto, favoreciendo la coordinación entre quienes trabajamos en Europa.

¿Cómo podría hacerse el acompañamiento vocacional en la realidad de la misión común?

Creo que lo fundamental es seguir renovándonos en la propia vocación, conocer y apreciar las diferentes vocaciones en el Regnum Christi, y seguir fomentando la unidad y el trabajo en equipo en la misión común. Creo que una comunidad auténticamente cristiana es el mejor "lugar" que podemos ofrecer a los jóvenes para que enfrenten esta pregunta con valentía y confianza. 

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