23 de noviembre de 2017

Reflexiones y experiencias de legionarios y consagradas en las asambleas de rama

Hablando con legionarios y consagradas tras sus respectivas asambleas de rama en España, se descubre que han vivido una llamada muy fuerte a la comunión. Manifiestan un deseo -y la necesidad- de abrirse para descubrir la riqueza de cada vocación y compartir la propia. Se sienten llamados a dar vida y a servir. También renovados, y confirmados en el don de Dios que es su vocación en el Regnum Christi. Hay sintonía en los temas de fondo.

Al mismo tiempo, apunta el P. Javier Delgado, L.C., “como dice San Ignacio, el discernimiento no es sobre los fines sino sobre los medios”. En ese sentido, se percibe la determinación de entrar a fondo en las cuestiones más complejas para comprenderlas, expresarlas bien y poder dialogar. La revisión del borrador de Estatuto en el ámbito territorial ha concluido. El parecer y propuestas de la Asamblea Territorial en España han sido elevados a los órganos competentes del nivel general. Continúa así el proceso de renovación que ha pedido la Iglesia, y que guía el Espíritu Santo.

Para expresar el parecer sobre el Borrador de Estatuto, las Asambleas Territoriales del Regnum Christi se organizaron en dos momentos, según estableció el reglamento para la composición de las mismas. La primera parte fue común, con representantes electos y por oficio de todas las ramas. 

La de España se celebró a comienzos de noviembre. El segundo momento eran asambleas por ramas, que comenzó, en el caso de las consagradas el 15 de noviembre, y el 16 en el de los legionarios. Ambas concluyeron simultáneamente el día 19. Sus encuentros fueron en sedes cercanas, en la sierra de Madrid, y entre las asambleas hubo un gesto hermoso: ellas les enviaron un detalle y un mensaje, y ellos a su vez hicieron lo mismo, enviándoles otro detalle y un mensaje.

A continuación puedes leer un mosaico de experiencias.




Maida Ureta
¿Por qué es tan importante la comunión? ¿Por qué estamos hablando tanto de ella? ¿Por qué esta fuerte llamada a la comunión?
“Voy vislumbrando con mayor claridad que la comunión que el Señor nos regala es el reconocer que cada rama sólo puede vivir en plenitud su identidad en relación con las otras, y que es el don que se nos ofrece como fruto de la vivencia de un espíritu, carisma y misión comunes”.

Lucía Guajardo
Una luz verdadera de la Asamblea
“Para mí ha sido un regalo haber participado en estas asambleas y un verdadero privilegio. Me quedo con una tarea: abrirme a descubrir la belleza y la riqueza de cada una de las vocaciones en el Regnum Christi y de compartir con los demás la propia vocación. Creo que solo valorando y conociendo con mayor profundidad la identidad y aportación de cada rama en el movimiento vamos a entender la riqueza que supone para el mismo la complementariedad de las distintas vocaciones y la llamada a la comunión que tan fuertemente hemos experimentado todos estos días”.

Lourdes Santos
Después de mucho tiempo de trabajo y preparación, resultó que tuviste que vivir la Asamblea desde lejos, con mucho sacrificio. ¿Cómo ha sido, Lourdes?
“Lo que tenía claro es que lo que teníamos que buscar todos era lo que Dios quería de nosotros como movimiento, y que eso se iba a dar solo con la oración. Dios permitió lo que permitió, y cuando lo permitió… Y a unos días de la asamblea común, mi padre se puso mal -tuve que ir a México- y falleció. Dios me dio así la oportunidad de vivir la Asamblea de un modo distinto. El sacrificio que me estaba implicando la dolorosa situación de mi familia era mi pequeña aportación y mi gran aportación. Esto es real: Así lo viví, con mucha oración, sacrificio y ofrecimiento. Así aporté, y sentí verdaderamente que de esa manera estaba cercana.

Me sentía muy unida a todos los delegados que estaban ahí, orando mucho e intercediendo mucho por la Asamblea. Era mi modo de participar en ella, con la certeza y la gran seguridad de que esa aportación era lo más importante que yo podía dar, mucho más que mis palabras, mucho más que mis reflexiones y que cualquier otra cosa”.

Ana López

¿Una luz verdadera en esta Asamblea para ti?
La luz de esta Asamblea para mí ha sido “dar vida”. Por el asombro, ha surgido una admiración por mis hermanas consagradas. Cuando las veía hablar, las miraba y pensaba en sus vidas, y en que me estaban dando auténtica vida. Juntas estábamos dando también vida a una letra puesta en los Estatutos en este borrador. La experiencia ha sido mucho más grande que una serie de aportaciones o de horizontes. 

(Ana López es consejera primera de la directora territorial de las consagradas del Regnum Christi de España, a quien sustituyó como presidenta en la Asamblea de consagradas y vicepresidenta en la parte común).

¿Qué es la autonomía? ¿Qué tiene de bueno?
La autonomía para mí es precisamente un tema de crecimiento en la vida. El inicio de la vida consagrada fue un milagro, y eso me habla de Dios. Al principio era una traducción en femenino lo que en la legión se había vivido, pero como rama, y como consecuencia lógica de la vida cuando uno crece, en un momento nos tuvimos que detener para darnos cuenta de que no eres solo un cambio de masculino a femenino, de que hay mucho más: Hay una naturaleza de vida consagrada dentro de una espiritualidad. Descubrir eso fue la autonomía. Fue un crecimiento quizás a golpe por las circunstancias, pero era necesario detenernos para vernos y definirnos. Solo de esa manera podíamos darnos al carisma del movimiento -que es un carisma de Comunión- con la plenitud que Dios tiene pensada para nosotros. No es una autonomía que encierra y que aísla, sino que da plenitud para una mayor donación: de ahí el beneficio de la autonomía para Dios y para las personas.

P. Manuel Aromir, L.C.
Una luz verdadera que haya recibido.
Que el Espíritu Santo guía al Regnum Christi, pero que él necesita nuestra fragilidad. Esta fragilidad es precisamente nuestra fortaleza, pero si asumimos la fragilidad desde nuestro corazón. No serán los grandes genios intelectuales, ni los juristas ni los redactores ni los grandes apóstoles los que conformarán los Estatutos, sino el Espíritu Santo con un grupo de hombres imperfectos. Pero podrá ser si le escuchamos de verdad, y sin miedo a la novedad, y si somos hombres que nos queremos de verdad y ponemos como condición sine qua non que, desde la paternidad espiritual y carismática, debemos ser todos hermanos: consagrados, consagradas, legionarios de Cristo y laicos consagrados del Regnum Christi, todos auténticos hermanos.

¿Alguno de los temas que más hayan hablado en la Asamblea que pueda destacar?
Entre los varios temas más trabajados, hay uno que es un factor común a todos, que es el del servicio, porque todos los legionarios queremos servir, queremos que nuestra vida valga la pena. Por eso, desde el inicio de la Asamblea, nos dijimos que queríamos ponernos al servicio de la unidad, de la identidad propia dejo de cada rama, y de la mejor gobernabilidad del Regnum Christi: queremos de corazón servir, dar la vida.

Y servir en lo que Dios quiera. Si dirigimos, servimos; si no dirigimos servimos; si somos militantes es para servir; si formamos apóstoles también es para servir; si queremos ser eficaces, también es para servir; si queremos mantener lo esencial del carisma, también es para servir. Si queremos ser padres es para dar la vida. Y si queremos ser hermanos es para vivir la comunión de corazón, y es también para servir una estructura gobernable y sencilla.

P. Mark Thelen, L.C.
¿Qué ha significado la Asamblea para usted?
Ha sido un momento para renovar mi vocación, mi identidad de Legionario como religioso y sacerdote. Y es una vocación al servicio de nuestra familia espiritual en el Regnum Christi.

Me siento muy interpelado por el texto de uno de nuestros comunicados capitulares, titulado “La legión de Cristo en el Regnum Christi”, cuando dice: “Pedimos también a todos los legionarios de Cristo que a la luz de Dios profundicen, en la oración, la reflexión y el diálogo, en su pertenencia al Regnum Christi, para que, sin dejarse vencer por las dificultades y tensiones inevitables en el trabajo de cada día, puedan valorar aún más la unidad del Movimiento y la riqueza de las diversas vocaciones que lo conforman y creen así un clima de comunión, colaboración y servicio mutuo entre todos”.

Es algo que creo que hemos empezado, pero todavía nos queda camino. Es un camino de crecimiento y purificación, pero a la vez no es un dolor o sufrimiento sinsentido: es descubrir con más clarividencia y fuerza el don de Dios en el Regnum Christi, una historia particular del amor hacía la humanidad que empezó hace 75 años”.

P. José Caminal, L.C.
Me impresionaron los días iniciales; íbamos avanzando lentamente y no había manera, siempre se daba vueltas a algunos temas sin ver claro por dónde nos guiaba el Espíritu Santo. En un momento determinado el P. José Carlos dijo que parábamos e íbamos a discutir sobre esos temas que no nos dejaban adelantar. 

Después de varias vueltas ya se vio que había un sentir común, volvimos al cuestionario y ya adelantamos ágilmente y pudimos terminar en el tiempo que nos habíamos marcado, dando nuestro juicio tanto en las preguntas del cuestionario como en las propuestas generales. Encontrar el equilibrio entre autonomía de rama y comunión, buscando la sencillez de estructuras y la fidelidad al carisma que Dios nos ha dado ha sido la tónica de la Asamblea.

P. Manuel Salord, L.C.
Hablamos mucho de expresar de forma didáctica y pedagógica nuestras razones, de no arrojárnoslas. Existe un ánimo de hablar, de tratar las cosas a fondo y de buscar soluciones a través del diálogo, lo cual es muy esperanzador.

P. Javier Delgado, L.C.
Estos días han sido de mucha escucha, de mucho aprendizaje. Admirar lo que mis hermanos legionarios aman a la Legión y al Movimiento. Ver su historia y ver con qué esfuerzo tratamos de buscar lo más adecuado para nuestra familia espiritual.

Vivimos un momento en el que el discernimiento es profundo; es un reto de verdad para todos nosotros comprender el modo en el que el Señor quiere que vivamos por una parte la autonomía de las ramas y por otra la unidad del Movimiento.

Como dice San Ignacio, el discernimiento no es sobre los fines sino sobre los medios. Es por ello que se percibe una gran sintonía en todos los temas de fondo, identidad, misión, espiritualidad, y eso nos debe llenar de paz; en mi caso así es. Las dificultades concretas están en el tipo de gobierno y en la administración. A este respecto, lo que nos dio especial luz fue reflexionar sobre lo que significa para nosotros “misión común” y ver cómo se vive esto desde las localidades.

Hemos dado nuestras opiniones y sugerencias al capítulo para que se definan mejor los campos de colaboración de las diversas ramas del Movimiento en torno a esta misión común. Somos conscientes de que el proceso territorial ha terminado y que toca ahora al capítulo general y las asambleas generales terminar esto. Yo regreso a mi misión diaria a seguir viviendo y transmitiendo este don de Dios. Ahí es en donde se juega la salvación de las almas y la extensión del Reino. 

Oramos para que el Espíritu Santo ilumine a quienes estarán en las asambleas y capítulo general y concluya así este proceso de renovación por el que el Señor a través de su Iglesia nos ha llevado; pedimos al Señor que les ilumine para que todo lo que expresen en el Estatuto general sea una guía y un apoyo para poder ser quienes estamos llamados a ser por vocación divina.





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