8 de marzo de 2017

“Un corazón latiendo 24 horas en Sarriá”: se inaugura en el Real Monasterio de Santa Isabel la primera capilla de Adoración Perpetua del área urbana de Barcelona

Desde este jueves habrá “Un corazón latiendo 24 horas en Sarriá”, tal y como reza el lema de esta iniciativa que tendrá como sede la capilla del Real Monasterio de Santa Isabel. Se trata de la primera capilla de estas características en el área urbana de la ciudad de Barcelona y la tercera de Cataluña (se suma a la del Tibidabo y la de Badalona). La iniciativa requiere que haya 300 personas comprometidas con sus turnos de adoración y, aunque la actividad está impulsada desde el Regnum Christi, cuenta con el apoyo incondicional de miembros de diversas realidades eclesiales. El funcionamiento está basado en el sistema de los Misioneros de la Santísima Eucaristía.

En España hay 50 capillas de esta naturaleza y en el mundo, más de 3.000. El funcionamiento se basa en el sistema de los Misioneros de la Santísima Eucaristía que se dedican a la promoción, organización y puesta en marcha de capillas de Adoración Perpetua por todo el mundo. La capilla permanece abierta todos los días del año 24 las horas para que las personas que quieran puedan en cualquier momento ir a visitar a Jesús, que siempre está acompañado por alguien.




Somos lo que contemplamos

Los adoradores viven esa hora delante de Jesús como un tiempo para que Dios actúe en su corazón, lo transforme y lo una más al suyo. La capilla es como un pedazo de cielo en la tierra donde está presente Jesús vivo. “De una forma misteriosa, al estilo de Dios, el Señor irradia en nuestros corazones su luz y su fuerza, sana y entusiasma, y a través de nosotros, alcanza a todas las personas que encontraremos en nuestro camino, incluso aquellas que no conocemos”, les escribía en una carta a los adoradores el P. Manuel Aromir, L.C., uno de los sacerdotes del equipo impulsor de esta capilla de Adoración Perpetua.

“Nuestra vocación cristiana es contemplativa y evangelizadora. Estamos llamados a dar lo que recibimos, a transmitir a los demás lo que contemplamos. ‘Somos lo que contemplamos’. Necesitamos estos momentos de silencio, de escucha, de ensanchar el corazón, de purificarnos, de convertirnos… Solo así podemos ser sal de la tierra y luz del mundo; solo así aportaremos a nuestra familia lo mejor de nosotros mismos; sólo así haremos algo relevante para mejorar nuestra sociedad y hacerla más cristiana. Si estamos a la escucha, si nos dejamos llenar de su luz, el Señor suavemente nos irá suscitando en el corazón nuevas formas de acción evangelizadora y de caridad”, concluye el P. Aromir.

La inauguración comenzará a este jueves, 9 de marzo a las 19:30, con una Misa a la que seguirá una procesión solemne y la entronización del Santísimo en la capilla de Santa Teresita, en el claustro del Real Monasterio Santa Isabel.

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